De nuevo en camino
[Carlos] Os creeis que soy tan idiota. Las tenéis descargadas, no me iba a fiar … - Decía entre carcajadas.
Mientras José con un rápido movimiento puso la espada en el cuello de Carlos.
[José] Y a esta también le has quitado las balas?
Siguió un momento de silencio absoluto, seguíamos apuntandonos todos entre sí a la espera de la reacción de Carlos.
[Carlos] Eres muy bueno … Y podrías tener sitio aquí entre nosotros si quieres. Tenemos un lugar seguro que no pueden traspasar los infectados, tenemos comida y muchas armas. Piensatelo, podremos pasarlo muy bien aquí todos. Y tendremos a estas dos mujeres para divertirnos…
[Jose] Este ha sido tu peor error, … , ofrecerme un puesto en tu grupito de delincuentes y ofrecer a mi hermana para divertirse?? Tienes suerte que aún tengas la cabeza sobre los hombros … Vosotros, - mirando los compañeros de Carlos - Dadnos la munición para nuestras armas ahora mismo o le corto el cuello.
No se movía nadie, hasta que Carlos asintió con la cabeza. Uno de ellos entró en la casa rápidamente, mientras el resto estábamos todos en silencio esperando con todos los músculos tensos. Apareción con la munición al cabo de pocos minutos y recargamos todas las armas para volver a apuntarles.
[Franch] Muy bien, ahora estamos en igualdad de condiciones. Tenemos dos posibilidades ahora mismo. La primera es mantener el trato que hicimos ayer, nosotros nos vamos y os quedais aqui, la segunda es que nos matamos todos entre nosotros. Y el que sobreviva, quedará aquí atrapado para siempre rodeado de infectados en cuanto oigan los disparos. Qué os parece? opción A o B?
De nuevo un silencio recorrió la zona a la espera de la decisión de Carlos.
[Carlos] Muy bien, podéis iros vosotros y esa puta. Total, lo único que hacía era comer. Ni siquiera nos limpiaba la ropa … Eso sí, que os quede claro a todos, si os vuelvo a ver por aquí cerca, os juro que os dispararé directamente a la cabeza...
Un sentimiento de alivio me recorrió el cuerpo, por un lado parecía que podíamos salir de ahí todos vivos, y lo más importante, todo mi grupo me había apoyado con Sofía sin dudar. Estaba orgulloso del grupo que habíamos conseguido crear.
Conseguimos salir finalmente de aquella casa, todos juntos y con Sofía a nuestro lado. Franch encabezaba la marcha junto las chicas, mientras Jose y yo íbamos en la retaguardia caminando de medio espaldas vigilando lo que hacían Carlos y sus amigos. Ellos ahí estaban, quietos, encima de los contenedores esperando ver como nos cogía algún grupo de infectados y nos comían.
[Inca] Franch, sabes por donde hemos de ir? Hay que ir hacía la autovía y luego subir como si fuéramos a Barcelona.
[Franch] No, no haremos eso. Coger cualquier carretera ahora mismo es la peor idea que podamos tener. Iremos campo a través evitando los grupos numerosos. Y sobretodo, intentad no hacer ruido.
[Inca] Pero, yo campo a través no sé si sabré orientarme.
[Franch] De eso ya me preocupo yo. Ayer noche pude mirar los mapas que tenía Carlos. Estudie las localizaciones cercanas y el terreno. Una de las cosas que nos enseñan en el ejército es guiarnos perfectamente con un mapa. Está todo controlado.
Cuando Franch hablaba de esta forma daba mucha seguridad a todos, en especial a Silvia que se le notaba esa mirada de chica enamorada.
Caminamos durante algunas horas entre los campos y casas abandonadas que encontrábamos lejos de las carreteras. Yo llevaba ya rato perdido, pero seguía confiando en Franch. De pronto alzó la mano y nos hizo señas para que nos agacháramos. Todos rápidamente nos pusimos de rodillas en el suelo detrás de él.
[Jose] Que pasa? Por qué hemos parado?
[Franch] Shhh. Escuchad…
Ponía toda mi atención, pero no oía nada a excepción del viento. De pronto, parte de ese ruido de viento se hacía más fuerte, hasta el punto que pude diferenciar que no era el viento, eran gemidos. Franch volvió a hacer señas para que no hiciéramos ruido y nos señaló hacia un camino de tierra que teníamos que cruzar.
Comenzó apareciendo un infectado caminando por el camino, una mujer con una portabebés y un crío dentro inmóvil y ensangrentado. Acto seguido aparecieron del mismo sitio varios infectados más que la seguían. Al cabo de dos minutos ya eran varias decenas de infectados recorriendo el camino.
Estuvimos esperando más de 20 minutos a que pasaran, cuando Silvia estornudó de repente. Franch se giró hacia nosotros haciéndonos de nuevo señales para que no hiciéramos ruido y se volvió a asomar. Tras unos segundos mirando volvió a girarse hacia nosotros.
[Franch] Bien, sobretodo, no os asusteis y hacerme caso. La costa está en esa dirección a unos 2 kilómetros aproximadamente. Lo malo es que nos han oído…
[Silvia] Yo, lo siento …
[Inca] Eh, tranquila … saldremos como siempre. Ya lo has oído… tenemos la costa ya al lado.
[Franch] Callad!!!, tenemos poco rato hasta que lleguen aquí… Sobretodo seguidme y no os pareis. Iremos un rato corriendo a paso ligero y luego caminaremos para ir descansando, pero ya no podemos pararnos o nos cogerán. Son lentos, pero no se cansan ni se paran. Estais preparados?
Todos confirmamos con la cabeza, mientras respirábamos ya fuertemente por el miedo y la tensión. Franch se levantó del suelo y con voz fuerte nos ordenó movernos.
[Franch] Vamos!!!, Vamos!!... no podemos perder tiempo, arrancar hacia esos árboles y seguid!!!
Nos levantamos a la vez y salimos corriendo, cuando en ese momento oí un grito de dolor de Sofía. Me giré y estaba en el suelo con la mano en el tobillo.
[Inca] Vamos, los tenemos a menos de 200 metros, levántate!!
[Sofía] No puedo, he pisado esta piedra y me he torcido el tobillo.
Los infectados seguían viniendo poco a poco con la mirada fija en nosotros, aproximadamente unos 40 infectados intentando acelerar su paso para evitar que su comida se fuera corriendo. Volví hasta Sofía y pasé su mano por encima de mis hombros para ayudarla a caminar, pero no podíamos ir suficientemente rápidos. En ese momento apareció Franch cogiéndola del otro lado mientras seguía gritando “Vamos!!!, Vamos!!!”
Entre los dos conseguimos que caminara lo suficientemente rápido para ir dejando atrás a los infectados, mientras José iba limpiando el camino de infectados solitarios con su espada.
Habíamos hecho ya la mitad del camino y podíamos ver ya el mar a nuestro alcance, cuando Sofía se comenzó a quejar más del pie. No podía seguir a ese ritmo.
[Inca] Vamos!!, nos pisan los talones. No podemos parar!
[Sofía] No puedo más… me duele demasiado. Por favor, iros, es igual, no quiero que os cojan a vosotros por mi culpa. -- decía mientras sollozaba.
[Inca] Una mierda!!!
Acto seguido cogí a Sofía y poniéndola a caballito sobre mio seguí corriendo.
Ya casi habíamos llegado y teníamos una buena ventaja respecto a toda aquella banda de infectados, con lo que comenzamos a ir más despacio. Mis piernas temblaban y un fuerte dolor de espalda me estaba martirizando de llevar a cuestas a Sofía.
[Franch] Mierda!, mirad en la carretera.
Era la carretera que iba al borde de la costa, repleta de coches parados y de centenares de infectados en sus alrededores.
[Jose] Ostia, y que hacemos ahora? no podemos pararnos, nos vienen detrás esos mierdas!!!
Durante unos segundos nadie dijo nada, todos evitando las miradas del resto de integrantes.
Comentarios
Publicar un comentario