Altafulla tiene su precio

[Inca] Solo hay una forma, como lo hemos hecho siempre Franch.
[Franch] Cómo?
[Inca] Necesitamos una distracción. Iré por ese lado haciendo todo el ruido que pueda, mientras vosotros esperáis a que se abra un hueco y entonces pasareis hasta la costa.
[Franch] Y tu? cómo conseguirás escapar?
[Inca] No lo sé … pero si no hacemos nada, caeremos todos … Hay que intentarlo.
[José] Ni hablar, tu has estado llevando a Sofía un buen rato encima tuyo, no podrías ahora mismo correr ni 100 metros más. Tú no puedes ir.
[Franch] Cierto, iré yo.
[José] No, esta vez me toca a mí. Nos ayudasteis a salir de Alcoletge cuando creíamos que ya íbamos a morir. Os debemos una y esta es mi oportunidad de devolveros todo. Además, no voy a dejar a Silvia sin ti, no me lo perdonaría nunca…
[Silvia] No Jose,... no vayas!!!
Sus palabras eran ya voces perdidas en el aire. José había comenzado a correr hacia uno de los laterales de la carretera gritandoles todo tipo de insultos a los infectados que estaban por la zona. Rápidamente se fueron girando todos hacia aquel que tanto les gritaba y comenzaron a andar hacia él. Silvia intentó ir detrás pero Franch la paro y con un fuerte abrazo la mantuvo a su lado evitando que mirara hacia donde había ido José.

Poco a poco se fue alejando José y con él todos los infectados, hasta que entró en una zona arbolada donde ya no pudimos seguirle más el rastro con la vista.

[Sofía] Mirad, lo ha conseguido, tenemos toda esa zona vacía. Podemos continuar …

[Silvia] No puedo!!, no puedo abandonar a mi hermano!!

[Franch] No puedes quedarte, se está sacrificando por ti, no hagas que sea por nada!!

Pero Silvia no le escuchaba, y no cesaba en gritar e intentar ir hacía donde había ido Jose. Tanto Sofía como yo mirábamos alrededor, esos gritos de Silvia podían atraer a otros infectados de la zona. Finalmente Franch le dió un golpe en la cabeza que la dejó inconsciente, cargo con ella en su hombro derecho y comenzó a correr hacía la carretera con Sofia y conmigo detrás.

Estábamos ya en la carretera cuando me giré para comprobar cómo estaba la zona, y ya se veían los primeros infectados del grupo que nos perseguía desde el camino. Poco a poco se les iban juntando otros que venían de las zonas colindantes, haciendo cada vez más numeroso al grupo, posiblemente ya superaban incluso la centena.

[Franch] Vamos Inca, no pares!!, hemos de llegar a la costa.

Desperté de mi asombro de aquella escena y corrí detrás de Franch y Sofía, estaban cerca y no podíamos pararnos.

[Franch] Venga, rápido, hemos de seguir este pequeño río, nos llevará hasta la desembocadura del mar entre Altafulla y Tamarit según ví en los mapas. Justo al lado del puerto!!. Pero estar atentos, hay mucha maleza por aquí y podría estar alguno escondido.

Era impresionante como con la tensión del momento, cargando con Silvia y sin pararnos un momento era capaz igualmente de saber exactamente donde estábamos y por donde teníamos que ir. Bajamos el ritmo, aprovechando que nuestros perseguidores eran lentos, ya que estábamos agotados y como nos decía Franch teníamos que ir vigilando que entre la vegetación no saliera nada.

Finalmente, y gracias a la ruta que preparó Franch llegamos a la desembocadura del mar. Era una vista increíble, el sol a medio caer iluminando toda la playa vacía, sin ningún infectado y el sonido de las olas del mar como único acompañante.

[Sofía] Es bonito verdad?
[Inca] Sí, la verdad es que sí, está todo como si no hubiera pasado nada en el resto del mundo. Esta calma es algo … increíble.
[Sofía] Te imaginas esto mismo en tenerife?, esta tranquilidad, con una casita al lado de la playa y descansando todo el día?
[Inca] Estaría genial, unas hamacas y podernos tumbar todos y descansar sin preocuparnos. Pero me parece que no será tan fácil, aún nos queda mucho camino. Pero ojalá lo consigamos...

[Franch] Eh, parejita, sigamos. No podemos parar, os recuerdo que nos están persiguiendo? Vamos!!!

Sofía se puso por un momento colorada y girándose rápidamente hacia Franch comenzó a caminar detrás de él. Yo me volví a girarme hacía esa vista de la playa con el mar, y tras un breve suspiro continue detrás de Sofía. Teníamos ya a la vista los barcos del puerto de Altafulla.

Llegamos sin problemas al puerto de Altafulla, según Franch todos los infectados debían haber entrado hacía el interior en busca de comida, y por eso estábamos tan tranquilos en esa zona. Eso era bueno, por fin parecía que algo nos salía bien. Silvia se había despertado ya, y aunque le ponía cara de enfadada a Franch, se la notaba más preocupada por Jose que enfadada.

Revisamos los barcos atracados por la zona, la mayoría eran de vela, pero en una de la zonas más apartadas parecían que estaban los barcos a motor.

[Franch] Alguien tiene idea de llevar un barco?

Nadie respondió.

[Franch] Está bien. Obviamente no tenemos ni idea de llevar algo con velas. Asi que vamonos a aquellos barcos recreativos de motor, seguro que serán más fáciles de llevar que los otros. Además parecen más resistentes. Hemos de recorrer muchos kilómetros y buena parte será en el océano. Allí las olas serán más grandes, y eso esperando que no pillemos ninguna tormenta.

[Sofía] Pero resistirán esos barcos una tormenta?


[Franch] Ni idea, pero no tenemos opción. Lo único que podemos hacer es esperar que no nos pille ninguna.

Comentarios