Camino a la costa

Recargamos el combustible con lo que teníamos en el bidón de dentro para asegurarnos de poder llegar ya hasta nuestro destino, y comenzamos a bajar la montaña. Iba conduciendo Franch lentamente con marchas cortas, mientras nos explicaba los problemas que podíamos tener con los frenos, ya que el camión pesaba mucho y teníamos el riesgo de quedarnos sin frenos.

Finalmente llegamos a la base, y tal como vimos desde arriba estaba todo bastante tranquilo, pequeños grupos de infectados que no nos darían muchos problemas a lo mucho. Así que continuamos nuestro camino lentamente hacia la autovía que debía estar antes de llegar a Tarragona. La carretera en sí estaba bastante bien, algunos coches pero se podían esquivar. Lo complicado venía en las rotondas, de las que había incluso un exceso de ellas, ya que casi todas tenían grupos de coches que nos obstruían el camino. Por suerte las soldaduras que hizo Franch aguantaban bien, y empujando con el camión poco a poco podíamos hacernos camino.

Pasamos un cartel que nos informaba ya que la autovía estaba a 8 km, ya casi habíamos llegado, cuando volvimos a encontrar la enésima rotonda del camino. Franch se acercó lentamente hasta la parte donde había menos coches parados, y empezó a empujar con suavidad, mientras se iban acumulando golpes en las puertas de todos los infectados que habían en la zona.

[Silvia] Vamos!, cada vez hay más. Date prisa…

[Franch] Tranquila, no quiero forzar, no sea que rompamos el motor o alguna soldadura. Hemos de hacerlo poco a poco.

Justo en ese momento se oyó como una explosión, mientras el camión se movió hacia un lado.

[Franch] Mierda!!, nos ha reventado una rueda!!

[Jose] Como que ha reventado una rueda? pero si estaban bien!!

[Franch] Y lo estaban, al menos por fuera. Pero imagino que el exceso de peso que llevamos les ha pasado factura.

[Inca] Tira para atrás, hemos de marcharnos de aquí, o nos van a rodear!

Franch puso marcha atrás y empezó a empujar a los infectados que teníamos en la parte trasera. Cuando volvió a sonar la misma explosión y toda la parte de atrás del camión se bajo de golpe. Todo el mundo se quedó callado, sabíamos que había pasado pero nadie se atrevía a decirlo.

[Silvia] Y ahora qué? Qué hacemos?

[Franch] Es imposible continuar con el camión, si estuvieran bien, ya nos costaría mucho, pero sin tracción trasera es imposible…

Silvia se quedaba fijamente mirando a Franch, esperando esa continuación que nos diera el camino para salir de ahí. Franch, la miró a los ojos, pero desvió la mirada al suelo ya que entendió lo que esperaba ella y no podía ofrecérselo.

José salió por la parte de arriba dispuesto a buscar la salida, no tardó más de dos minutos cuando volvió a bajar mientras nos seguían moviendo de lado a lado con los golpes de los infectados.

[Jose] Imposible, aunque comenzáramos a disparar a todos, es imposible. Debemos estar ya con más de 300 infectados alrededor, y lo que es peor, siguen saliendo más de todos los caminos.

Silvia saltó al lado de Franch y tumbandose sobre su pecho apretó fuertemente los ojos, mientras Franch me miró como si me pidiera ayuda, ya no por él, sino por ella, pero bajé la mirada también. Estábamos encerrados, sin salidas aparentes y sin saber qué hacer.

Pasaron varias horas, casi todas ellas en silencio a excepción de los golpes y algún que otro beso entre Franch y Silvia, como si se estuvieran despidiendo.

[Jose] Os dais cuenta?

[Inca] De qué? Qué pasa?

[Jose] Cada vez se oyen menos golpes, fijaos…

Nos callamos todos, y parecía ser cierto, estaban cesando poco a poco los golpes.

[Jose] Voy a ver que pasa..
[Franch] Quieto!!, no salgas. Si realmente se están marchando y sales, podrías hacer que volvieran .. espera a ver que pasa.

José se paró, se moría de ganas por subir y comprobarlo, pero Franch tenía razón, era mejor esperar. Al cabo de media hora dejó de sonar todos los golpes, parecía que estábamos solos.

[Jose] Ahora si, voy a ver.
[Inca] intenta que no te vean… ves con cuidado.

Jose asintió con la cabeza y asomó por la parte superior del camión durante apenas 15 segundos.

[Jose] No hay nadie, se han ido todos… Bueno, quedan dos o tres, pero de esos me puedo ocupar yo con la espada sin hacer ruido…

[Franch] No sé qué ha pasado, pero es nuestra ocasión, hemos de aprovecharlo. Todos fuera. Te encargas tú de esos Jose?

Jose asintió la cabeza mientras sacaba su espada de la funda. Nos pusimos Franch y yo en las puertas traseras del camión mientras José se preparó para salir. Abrimos las dos puertas de par en par y José saltó rápidamente fuera en busca de dos infectados que andaban medio perdidos, y con un rápido movimiento les cortó la cabeza a los dos.

[Franch] Venga, todos fuera!!, vámonos antes de que vuelvan.
[Inca] Escucha .. no lo oyes?
[Jose] Si, lo oigo … es música?
[Inca] Eso parece, e imagino que ha sido eso lo que les ha llamado la atención y nos han dejado. Sea de donde sea, estamos vivos gracias a esa música…
[Franch] Si no os importa, vámonos.. y ya pensaremos qué narices ha pasado luego …!!!

Seguimos a Franch rápidamente a través de un campo en el que había poca maleza, esperando poder salir así rápidamente de las carreteras infestadas. De pronto una fuerte luz nos deslumbró a todos que venía de nuestra derecha. Giramos la vista y vimos a una sombra jugando con un espejo para reflejarnos el sol y haciéndonos señales con las manos para que fuéramos hacia allá. Nos miramos todos y sin decirnos nada corrimos en dirección hacia aquella sombra. Estábamos rodeados de varios cientos de infectados y posiblemente era nuestra única salida.

Comentarios

  1. Llevaba bastante esperando esto ! Te felicito ! Me encanto tu libro y esta historia esta uff !

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    1. Muchas gracias!!, y lamento que no esté yo a la altura para ofrecer los capítulos con la continuidad que debería... Pero iré intentándolo. :D

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  2. He esperado por años la continuación de esto, ya no nos abandones, todo excelente, saludos.


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