Nuevos amigos
Cerré los ojos con fuerza mientras apretaba con las piernas la puerta para aguantarla. No iba a aguantar mucho más, cuando cada vez comencé a notar menos golpes, como si se estuvieran marchando. Al cabo de unos segundos ya no parecía haber nadie. Se habían ido?.
[Franch] Bueno que, sales ya o que? Te estamos esperando.
La voz venía del otro lado de la puerta, ya apenas me acordaba que me dijo que vendría y ni pensaba en esa posibilidad. Me asomé por la parte rota de la puerta, ahí estaba junto a sus nuevos amigos y un montón de cadáveres de infectados por el suelo con las cabezas cortadas. El chico llevaba una especie de espada en sus manos toda ensangrentada.
[Franch] Siento haber tardado, pero si hubiéramos usado las pistolas habríamos llamado la atención de otros grupos que hay por aquí cerca.
[Inca] No te imaginas lo que me alegra verte, ya no esperaba poder salir de aquí con vida.
Me presentó a los dos nuevos compañeros que había encontrado Franch en una de las casas de enfrente.
Silvia, una chica de apenas 20 años, de pelo moreno y muy largo, ojos marrones y muy delgada debido a las penurias que habían pasado. Daba la sensación de tener un carácter fuerte pero en esos momentos se la veía muy recelosa y siempre a las espaldas de su hermano.
Y José, algo mayor que su hermana, con el pelo casi rapado y con ropa ajustada. Daba sensación de que fuera de algún grupo de skins. Su aspecto era algo peor que su hermana ya que le había estado dando lo que encontraba a su hermana y apenas comía desde hacía días. En su espalda llevaba una mochila con algunos artilugios que había ido recogiendo.
Su historia era la que podías esperar de cualquier superviviente que nos pudiéramos encontrar. Una vez llegaron los primeros infectados se encerraron hasta que se quedaron sin víveres ni agua, en esos momentos comenzaron a salir y se fueron de Lleida debido a la gran cantidad de infectados que hay por sus calles, llegando a Alcoletge como primer pueblo que encontraron. Se encerraron de nuevo e iban saliendo lo mínimo posible para ir a buscar víveres, cosa que últimamente ya se les hacía imposible de encontrar. Al igual que todos perdieron a sus seres familiares incluso delante mismo de sus ojos, nos contaba José mientras Silvia le apretaba la mano fuertemente recordándolo.
Franch les contó también un poco nuestra historia, y sus ojos comenzaron a brillar de nuevo cuando pudieron escuchar que había gente viva y esperando en Tenerife. Se abrazaron fuertemente entre ellos mientras se les caían las lágrimas de alegría, volvían a tener esperanzas de poder tener un hogar.
[Franch] Bueno, creo que es hora de volver. Hemos de recuperar el camión e ir hacía las costas de Tarragona. Además tenemos mucha comida en el camión, y estoy seguro que os gustaría comer un poco a vosotros.
[Silvia] Sí, por favor. - Saltó Silvia soltándose de la mano de su hermano y cogiéndose fuerte al brazo de Franch.
José iba detrás conmigo andando, aunque feliz, se le veía un poco tenso mirando a Franch, algo le pasaba por la cabeza pero no sabía el qué. Le pregunté un par de veces, pero me eludía con evasivas y desviando la mirada de Franch en ese momento.
Finalmente llegamos al camión los cuatro. Entramos todos y comenzamos a comer, había sido un día muy duro y todos necesitábamos recuperar fuerzas antes de que se hiciera ya de noche. Tanto Silvia como José comían muy rápido, se notaba que llevaban varios días sin comer y disfrutaban con cada bocado que daban, aunque fuera comida de lata sin calentar.
Guardamos una botella de Whisky para el final de la comida, Silvia y José celebraban haber salido de aquellas casas con vida y poder volver a comer, y Franch y yo el haber cumplido nuestra misión y seguir un día más vivos. Finalmente se hizo de noche y decidimos acampar allí mismo, sin hacer ruido ya que en horas no había pasado ningún infectado por ahí. Eso sí, todos dentro del camión reforzado y con la premisa de que al menor indicio arrancábamos y nos íbamos.
Ya debía ser más de medianoche, cuando me despertó el ruido de la puerta, era Franch que salía a estirar un poco las piernas. Aún no me dormí cuando un nuevo ruido muy ligero me hizo alzar los párpados, Silvia lo seguía afuera y se pusieron a hablar. Me miré a José, estaba ahí tumbado como si nada, durmiendo plácidamente. De nuevo otro ruido me despertó, esta vez era José que salía deprisa del camión con la espada en la mano directos hacía Franch y Silvia que se estaban besando. Salté de la cama, y me dirigí rápido hacia ellos, pero cuando llegué ya estaban José con la espada ajustada al cuello de Franch y este con la pistola apuntando a su cabeza, los dos quietos, totalmente inmóviles esperando un movimiento del contrario.
[Inca] Que cojones hacéis?? Queréis que muramos todos aquí hoy o que?
[Franch] Díselo a este, que me viene con la espada a matarme!!
[José] No vuelvas a acercarte a mi hermana!!
[Inca] Quietos joder… vale ya!!, Ya tenemos suficientes con los millones de infectados que hay para que encima nos matemos entre nosotros por cualquier tontería.
[José] Nadie toca a mi hermana pequeña!! No voy a dejar que abusen de ella.
[Silvia] Hermana pequeña!!??, Abusar!!?? Basta ya, ya hace tiempo que no soy tu hermana pequeña. Ya soy mayorcita para saber lo que quiero, y tu no eres nadie para prohibirme.
[José] Silvia!, Lo hago para protegerte… no quiero te hagan daño.
[Silvia] Pero que daño más me pueden hacer? Han matado a toda nuestra familia y amigos, estamos casi solos y a miles de kilómetros del único sitio conocido con gente viva. Crees que un ligue ha de ser un problema hoy en día del que me tengas que proteger?. Además, no ha sido él, he sido yo quien lo ha besado, maldito imbécil ….
Silvia se fue adentro del camión de nuevo mientras yo les empujaba sus brazos hacia abajo para bajar las armas.
[Inca] Vamos chicos,.. dejarlo ya. Es una tontería, y pensar que tanto Silvia como yo os vamos a necesitar a los dos.
[Franch] Está bien. Vete a dentro Inca, vamos a hablar José y yo de esto y lo vamos a intentar solucionar. Te parece?
José se quedó mirando a Silvia que estaba en el camión intentando dormir, y mirando a Franch asintió la cabeza mientras guardaba la espada. Ahí les dejé mientras me fui también al camión a tumbarme, aunque no pude apenas echar ojo en toda la noche hasta bien tarde.
Finalmente desperté a media mañana por unos movimientos bruscos del camión. Estábamos en marcha a medio camino de tarragona, subiendo el “Coll de l’illa”. Reconocí fácilmente el lugar dado que había pasado muchas veces para ir a la playa a pasar las vacaciones.
No sabía si me sorprendía más el hecho de que arrancaron y se pusieron en marcha sin que me diera cuenta, o la escena que tenía ante mí. Ahí estaban, los tres sentados delante hablando de viejas historias como si nunca hubiera pasado lo de la noche anterior. Silvia tenía agarrada con su mano la mano de Franch y mientras hablaban le miraba con sonrisa pícara y le guiñaba el ojo de vez en cuando. Estaba claro que algo había nacido entre ellos, y José finalmente lo había aceptado, o eso parecía.
De pronto Franch paró el camión junto al restaurante que hay en la cima y apagó el motor.
[Inca] Que haces? Por qué paras?
[Franch] Vamos a echar un vistazo. Desde aquí podemos ver casi todo el terreno hasta el mar. Pásame los prismáticos que hay por ahí.
Busqué los prismáticos rápidamente y bajamos todos del camión a asomarnos a lo que tenían que ser unas magníficas vistas. Pero no era así.
En la base de la montaña no había muchos infectados, apenas algunos que caminaban solos y 3 grupos de unos 15-20 infectados. Pero según íbamos levantando la vista el paisaje se iba pareciendo más a una pesadilla. Cuanto más acercábamos la vista hacía la playa aumentaba el número de grupos de infectados, y a su vez también aumentaba el número de infectados en estos. Esta parte tampoco era de muy extrañar, dado que cuanto más a la playa fuéramos, más núcleos de pueblos y ciudades habían. Pero al juntar aquella terrible visión junto a las refinerías de petróleo ardiendo situadas en las proximidades de Valls y Tarragona daba la sensación de ser la mismísima puerta del infierno, lleno de gente sufriendo y llamas en todos los sitios.
[José] Y por ahí queréis ir?
[Franch] Si queremos conseguir ir a la playa … este es el camino más corto. Si quieres verlo de otra forma, piensa que toda la zona de Barcelona estará mucho peor.
[José] Me es igual como esté Barcelona!!, es imposible llegar al puerto por aquí. En cuanto nos demos cuenta estaremos rodeados puede que por miles de infectados!
[Franch] Si fuéramos al puerto de Tarragona sería un suicidio, ya lo dices bien, pero no vamos ahí. Nuestra idea es llegar hasta la autovía antes de llegar a Tarragona, y desviarnos hacia la parte de Altafulla. Es un pueblo más bien pequeño y tiene puerto donde podríamos encontrar un barco que coger.
[José] Ya … pero, estará libre el camino? podremos llegar?
[Franch] No lo sé. Estamos muy lejos para diferenciar donde está la autovía aún, y menos ver como está. Pero si hay alguna opción ahora mismo es esa.
[Inca] José, piensa que no podemos quedarnos en la península. Tarde o temprano se nos acabará la gasolina y la comida. Entonces qué haremos?. Sabemos que hay gente en Tenerife, viviendo una vida normal….Hemos de llegar hasta allí, y esta es la forma más rápida y segura.
[José] Ya lo sé, ya me lo dijisteis… pero… es que … mira todo aquello. Solo de verlo a esta distancia me da miedo, y queréis meteros hasta la boca del lobo…
Estuvimos unos minutos más debatiendo de nuevo las posibilidades, mientras Silvia se agarraba fuerte al brazo de Franch sin dejar de mirar al horizonte horrorizada y sin decir ni una palabra. Finalmente llegamos al acuerdo de que teníamos que intentarlo. Posiblemente era nuestro último viaje, pero no había ningún otro lugar al que poder regresar.
Ya no hay más?
ResponderEliminarSi hay... pero no dispongo de tiempo material para prepararlo y subirlo ... en cuanto pueda pondré más..
ResponderEliminarPara cuando mas??jeje
ResponderEliminarQuiero leer massssss :-)
ResponderEliminarvamos campeón que estamos deseando ver como continua!jeje
ResponderEliminarComo siempre, tu narrativa esta de lujo
ResponderEliminar