No estamos tan solos
Estábamos ya cerca de Lleida y nos dirigimos a través de la autovía de las afueras hacía la carretera de Tarragona evitando de esta manera la ciudad, esto nos llevaba justo al paso donde conocimos a Franch, debajo del puente de la autovía cuando uno de aquellos seres estaba punto de morderme.
[Franch] Joder, ¿Parece que hace años de aquello verdad?
[Inca] Algo sí... y apenas habrán pasado dos o tres meses, pero si que parece que hace tiempo de aquellos sí... Casi ni me acuerdo de como vivíamos antes.
[Franch] Normal, es que esto ya no se parece en nada a aquellos tiempos.
[Inca] Por cierto, estamos a menos de un kilómetro de mi casa... me gustaría pasar y recoger algunas cosas, ya sé que parece estúpido, pero me gustaría recoger algunas fotos de Lourdes y mías...
[Franch] No deberíamos desviarnos, es muy peligroso. Y más tan cerca de la ciudad.
[Inca] Lo sé. Pero es importante para mi, necesito algo para recordar porqué lucho. Podemos probarlo, y si vemos que se hace peligroso damos media vuelta.
[Franch] Está bien. Supongo que después de tantos kilómetros, y con los que queda no nos vendrá de 2 kilómetros más. Pero rápido, no podemos pararnos aquí, debemos llegar a la costa antes de que se haga de noche. Espero que salgáis guapos al menos en esas fotos.
Franch se lo tomaba a cachondeo mi añoranza por Lourdes, pero para mi era algo importante, era mi único motivo para seguir esta lucha sin fin y tan inútil.
Bajamos del camión y miramos el trayecto desde la parte de arriba del puente. Todo un paisaje de coches abandonados y cadáveres se extendía a todo lo que daba el horizonte, incluso en medio de los campos se podían ver los cadáveres tirados por el suelo. Junto a esta visión del mismísimo infierno iban caminando algunos infectados, la mayoría iban solos y por su cuenta, otros se habían agrupado en pequeños grupos de 4 o 5 infectados.
[Franch] Está bien, aprovechemos la vista y trazamos la ruta para llegar. Está claro que con el camión no llegaremos, hay demasiados coches por medio, así que tendremos que ir andando. ¿Estas seguro aún de hacer esto? Nos jugamos todo por esto …
[Inca] Sé lo que te estoy pidiendo, y no puedo hacer que arriesgues tu vida por esto. Puedo ir yo rápidamente y volver, y tu vigilar el camión si quieres.
[Franch] Si claro, y te dejo ir solo entre todas estas ratas, a ti, que no aciertas con una pistola ni a 3 metros … Los dos sabemos que si vas solo, no vuelves. Será mejor que lo hagamos rápido, antes de que cambie de opinión.
Franch tenía razón, a pesar de que me estuvo intentando enseñar a disparar en nuestro refugio de Viella no había conseguido mantener ninguna vez la pistola firme, con lo que todos los disparos se me desviaban. Era algo curioso, una cosa tan sencilla que podía parecer en una película, como se podía complicar en la vida real.
[Franch] La carretera principal es imposible a partir de esa rotonda, hay unos cuantos infectados que podrían llamar la atención al resto. Además hay muchos coches por medio y no sabemos que hay dentro. Tendremos que ir por esa carretera pequeña que va por la derecha, parece despejada.
[Inca] Era el camino de Lleida, se usaba mucho también. Hay algunos chalets y poco más. Pero pasa muy cerca del núcleo del pueblo, puede que nos encontremos algún grupo.
[Franch] Es posible, pero creo que es lo más razonable.
Asentí con la cabeza mientras preparaba la pistola con la que me había intentado entrenar Franch. Era hora de comenzar a caminar.
Bajamos por la salida de la autovía, todo parecía tranquilo y apenas se oía nada excepto algún caminar muy lento de un infectado. De repente Franch me hace una señal para detenernos, y me señala hacia la izquierda. Un infectado se nos acercaba arrastrándose por el suelo lentamente. Me volvió a hacer otra señal, esta vez era para indicarme que íbamos a ir más rápidos para evitar nos cogiera. Franch intentaba evitar los enfrentamientos ya que el ruido de un disparo atraería al resto.
Llegamos a la rotonda donde debíamos desviarnos por la carretera secundaria sin que nos detectaran. Escondidos entre los coches y evitando un par de grupos de infectados conseguimos entrar a la carretera sin apenas problemas. Ya una vez en la carretera los arboles y maleza nos ocultaba de los grupos de infectados que había en la carretera principal, podíamos andar normal.
[Inca] Está resultando sencillo esto no?
[Franch] No te confíes, mientras no hagamos ruido, creo que podremos hacerlo. Tenemos suerte que se quedan quietos más o menos en el mismo sitio mientras no haya nada que los atraiga, pero no te confíes, aún no sabemos que nos encontraremos por la zona de tu casa. Será mejor que no hablemos, no sea que nos oigan.
Franch tenía razón, me estaba relajando y eso era peligroso. Llegamos sin problemas al cruce donde si te ibas a la derecha entrabas en el núcleo del pueblo, mientras que mi casa era hacía la izquierda. Franch se asomó con mucho cuidado y tiró para atrás rápidamente y con una voz muy baja me comentó:
[Franch] Mierda, hay un grupo muy grande en la entrada al pueblo, al menos hay unos 30 o 40 infectados.
[Inca] Joder. Y ahora que?
Franch miró alrededor buscando posibles caminos, y con una sonrisa me hizo una señal para que lo siguiera. Justo en la esquina izquierda había una casa con su terreno rodeado de un muro. Me dio el arma para que lo aguantara y pasó al otro lado del muro rápidamente. Le pase las armas y acto seguido lo salté también de la misma forma que lo había saltado él para evitar hacer ruido.
[Franch] Bien, veo que el jardín llega ya hasta la curva que gira para tu casa. Si pasamos por detrás de la casa y volvemos a saltar el muro por el otro lado no nos deberían ver.
Asentí con la cabeza y comencé a seguirlo, estaba claro que su posición de militar le daba una muy buena visión estratégica para pasar inadvertido, y me alegraba de que estuviera a mi lado.
Llegamos a la parte de atrás de la casa, y parecía abandonada. No se oía nada que pudiera venir del interior, aunque ya sabíamos que eso no significaba nada. Un murmullo nos llegaba desde la parte más al fondo del terreno, como si alguien estuviera andando y golpeando. Franch fue directo para ver que era, suponía que para controlar que no nos atacaran después por la espalda. Cada vez que nos acercábamos se oía más fuerte, parecía venir de una piscina en la que apenas se veía agua.
Cuando nos acercamos ya del todo vimos a dos infectados, un hombre y una mujer golpeando donde tenía que estar la escalera, pero estaba rota en el suelo. En la otra parte de la piscina vi dos cadáveres, los de unos niños con todo el cuello destrozado.
[Franch] Debía ser la familia que vivía aquí. Parece que se les rompió la escalera y no pudieron salir. Alguno se transformó y quedaron todos así.
[Inca] Dios mio… No me puedo imaginar a los críos viendo como sus padres se transforman y se les acerca para comérselos.
[Franch] Intenta no pensar en ello, hay gente que por menos se quedan con un shock, y no me gustaría verte en ello. Piensa en tu misión y deja lo demás a un lado.
Volví a asentir la cabeza, tenía que pensar en nuestra misión, ir a buscar las fotos y volver cuanto antes a la autovía con el camión. No podía permitirme el lujo de sentir lástima, no si quería sobrevivir.
Saltamos el muro que estaba en la otra parte de la carretera, la que nos interesaba para poder continuar y como si estuviéramos benditos ese día volvimos a encontrar el último trozo del trayecto vacío. Caminamos lentamente y vigilando a los lados por si entre la maleza salía algún infectado, pero estaba todo muy tranquilo.
Llegamos finalmente al pasillo de las casas adosadas donde vivía antes, cuando los infectados sólo existían en la televisión y en los videojuegos. Dos de las casas estaban destrozadas, como si una explosión hubiera salido de dentro, mientras las casas de sus lados estaban totalmente quemadas. Por suerte la mía y el resto parecían estar bien.
[Franch] Supongo alguien destrozaría algún tubo de gas y debió explotar. Ten mucho cuidado, no sabemos que hay dentro de las casas.
Justo decir esas palabras comenzaron a asomarse dos infectados de una casa al lado de la mía, eran unos vecinos con los que apenas me había dirigido la palabra ya que no teníamos relación. Ni siquiera se percataron de nuestra presencia.
[Franch] Ya me encargo yo, ves detrás mio y estate atento.
Sacó su cuchillo y se dirigió directamente hacia ellos. Con un silencioso movimiento clavó el cuchillo en la cabeza al primero sin que se enterara apenas. El segundo al oír caer el cadáver se giró hacia Franch, pero este le pudo hacer una llave y tirarlo al suelo para volver a clavar el cuchillo en su cabeza también.
Estaba tal como recordaba, pero con los cristales rotos por donde entraron los infectados que nos obligaron a encerrarnos en el parking.
[Franch] Bien, y cual es tu casa?
[Inca] Esta de aquí al lado.
[Franch] Veo que salisteis corriendo, te dejaste la puerta abierta - decía con una sonrisa.
[Inca] No, que va. Salimos por el parking, esta puerta debería estar cerrada. Además estaba cerrada con llave, no pudieron abrirla los infectados.
La cara de Franch cambio de golpe a un más seria, nos temíamos la posibilidad de que hubiera alguien más por la zona. Entramos lentamente sin hacer ruido, intentando evitar pisar los cristales o cualquier otra cosa que nos pudiera delatar. Entramos hasta el comedor donde vimos que todo estaba tirado y revuelto, como si hubieran robado.
[Franch] Saqueadores, supongo que algún superviviente estaría buscando cualquier cosa de comida.
[Inca] Pues lo siento por ellos, pero nos llevamos todo con el coche con el que salimos. Supongo ya estarán lejos de aquí. Voy a ver que encuentro.
[Franch] Está bien, ves mirando, yo mientras iré a mirar en las casas de enfrente a ver que encuentro.
Tras buscar los álbums de fotos entre todo el destrozo del comedor, encontré el de la boda. Pude abrirlo y recuperar algunas fotos tanto de Lourdes como en las que estábamos con las familias. Estaba seguro que ella querría recuperar algunas de esas fotos para poder recordarlos. Recordé que teníamos en la mesita de noche una foto que nos gustaba mucho, así que subí sin hacer ruido. Fui asomándome a las puertas, pero estaba todo tranquilo, ni siquiera había sido registrado.
Me senté en la cama con la foto y me quedé absorto pensando en ella y en lo que estaría haciendo, cuando me sobresaltó un gran ruido que venía de justo enfrente. Me asomé por la ventana y una gran nube de polvo salía de enfrente, una de las casas quemadas se había derrumbado.
Me asusté por Franch, que había dicho que iba a la casa de enfrente, pero justo apareció por una de las ventanas de la casa contigua saludándome. Acto seguido me señalo hacia la entrada del pasillo, giré la cabeza y ahí estaban, decenas de infectados estaban entrando guiados por el ruido provocado por el derrumbe. Franch me volvía a hacer señales para tranquilizarme y que me quedara quieto en casa y desapareció durante unos instantes.
Al cabo de unos minutos volvió a aparecer con una libreta enorme y una especie de rotulador, comenzó a escribir algunas notas. “Son amigos”, yo le hice cara extraña ya que no entendía a que venía eso. Se apartó y se asomaron una pareja de unos veintitantos años. Franch había encontrado otros supervivientes.
Le hice unas señales para preguntar que hacíamos para salir de ahí, me respondió con una nota “Haz ruido”. Mi cara de asombro me debió delatar ya que enseguida me hacía gestos con la mano para que esperara. Y con varias hojas me puso “Salimos e iremos a buscarte”.
Di varias vueltas por la habitación pensando, si hacer ruido, pero si lo hacía me vendrían todos aquellos infectados a morder, y no tenía donde esconderme. No desconfiaba de Franch, sabía que vendría, pero si dudaba de si podría llegar a tiempo para salvarme. Tras varios minutos y algunas notas de Franch animándome le di un ok, tenía que hacerlo o no saldríamos nadie.
Me puse a pensar, si bajaba a la planta baja no tendría ninguna oportunidad. La única opción era obstruir las escaleras de subida para que no pudieran alcanzarme. Miré las habitaciones y no veía nada para poder bloquear la escalera, hasta que me miré los armarios. tenía un par de armarios de más o menos la anchura de las escaleras que podrían servirme.
Vacié todo lo que había dentro para conseguir que fueran ligeros para poder moverlos yo solo y poco a poco los fui moviendo hasta el borde de la escalera. Tome aire, miré la foto de Lourdes una vez más y me decidí.
Tiré el primer armario al hueco de las escaleras quedando atrapado donde daban la media vuelta. Eso ya provocó un gran ruido que llamó la atención a todos los infectados de la zona y se podían oír ya sus pasos que entraban en la casa. Ajuste el segundo armario al borde de las escaleras y lo tiré encima del primer armario bloqueando ya toda las escaleras y que no pudieran subir.
En unos segundos ya podía ver y notar a los infectados dando golpes y empujando los armarios, me estaban viendo y eso aún les motivaba a empujar y golpear más fuerte. No supe si pasaron 5 minutos o 15, pero llegó un punto en el que notaba como se movía algunas tablas. Habían conseguido entrar a dentro de los armarios y los golpes que hacían dentro estaban haciendo saltar las maderas. Tenía que salir de ahí, no me quedaba mucho tiempo antes de que consiguieran pasar.
Miré para atrás y vi el baño, así que corriendo entré dentro, cerré la puerta y tirando armario del baño contra la puerta dejando la otra punta contra la pared parecía que la tenía bloqueada. Igualmente me puse detrás y con todas mis fuerzas me puse a empujarla para que no pudieran entrar.
No pasaron más de dos o tres minutos cuando ya comencé a sentir y oír los golpes en mi puerta. Me habían visto entrar y tenían muy claro que hoy yo iba a ser su cena. Cada vez notaba más golpes, cada vez había más en la puerta del baño y cada vez los golpes eran más fuertes. Por suerte el armario bloqueaba muy bien la puerta y parecía que estaba aguantando, pero finalmente un trozo de puerta saltó dejando entrar algunas manos furiosas, y ansiosas por ponerse encima de mis carnes.
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